Piel dañada, piel irritada

Moratón, equimosis, hematoma, irritación, quemadura, corte, herida o acto quirúrgico: la piel puede resultar dañada por múltiples razones y existe un riesgo de que quede una cicatriz.
El proceso de reparación cutánea conlleva diferentes etapas que pueden optimizarse con ciertos tratamientos reparadores para restaurar la barrera cutánea.

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Entender mi piel

¡Ayuda! ¿Cómo reparar mi piel dañada?

Un golpe o una caída, un pequeño accidente puede ocurrir fácilmente y la piel se daña. En caso de moratón, golpe o chichón, la piel tiene la capacidad extraordinaria de repararse. Pero el proceso tarda menos tiempo y deja menos marcas con los cuidados adecuados. Descubra cómo optimizar la reparación cutánea.

Consejos para el día a día

Corte, arañazo, cicatriz… los buenos reflejos para acelerar la reparación

Las lesiones de la piel pueden ser causadas por un accidente o por un acto quirúrgico o estético. En todos los casos, la cicatrización requiere tiempo y pasa por varias fases, desde el dolor hasta el picor. Estos son los gestos adecuados que debe conocer para facilitar la reparación y reducir las marcas.